1ºc en Buenos Aires... mientras viajo a la oficina, en lugar de abrir el libro que todos los días me acompaña en esta rutina, abro un cuaderno y con los guantes puestos, empiezo a escribir.
A esa hora nada suele tener mucho sentido para mi. Estoy en una especie de ensueño. Con la conciencia suficiente que necesito para saber en dónde tengo que bajarme. Nada más que eso.
Con lo cual no me sorprendo con las cosas que se me vienen a la mente en ese lapso.
En esa casi media hora de viaje me vinieron miles de charlas que comparti con mis amigas.
Alguna vez le comenté alguna de ellas a un amigo en la oficina, y mientras se agarraba la cabeza me decía " negra hace algo con eso... con esto que me contas, cómo queres que las entendamos"...y después me quedé pensando... las voy a escribir.... pero no para que nos entiendan, sino para homenajearlas a ellas.. a mis amigas... las cuales hicieron que hoy tenga tantos recuerdos lindos, tantas confesiones....y tantas de esas charlas que son tan ricas que te dejan el sabor en el paladar por tanto tiempo...
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